Trenes desbordados. Lluvia. Glitter. Mochilas cargadas. Cuerpes encontrándonse.

El 12 de octubre empezó el ahora 34° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travas, Trans, Intersex, No Binaries en la ciudad de La Plata y se marcó un hito en la historia de los Encuentros: al rededor de 200.000 personas participamos en más de 80 talleres y conversatorios para debatir sobre nuestras realidades.

No hay otro evento político similar en América Latina ni el resto del mundo: por el nivel de convocatoria desbordante; por la autonomía, autogestión y financiamiento propio; por las multitudes que se movilizan a cada punto de encuentro; por la organización para poder viajar; por la horizontalidad, tejido de redes, alianzas y la discusión política y reflexión a lo largo de 72 horas consecutivas en las que todes podemos hablar, planear estrategias y exigir derechos en un contexto de alegría y fiesta único.

El acto de apertura se tuvo que suspender por la lluvia pero eso no detuvo a muches que decidieron marchar hasta llegar al Estadio Único de la Plata, lugar elegido para el inicio del Encuentro; empapadas por el deseo de transformar el mundo y de encontrarse con le otre, no se dejaron frenar por las malas condiciones del tiempo.

El frío era mucho pero no llegaba a cortar el grito que unía a todes y les cuerpes abrazades para frenar el tiriteo, desbordaban cada diagonal, escuela, plaza y campamento. Los pañuelos verdes nos hermanaban y retomaban la sensación de la vigilia en el Congreso por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Lo que no se nombra, no existe

¿Por qué el feminismo estaría exento de las luchas de poder? ¿Por qué clausurar en vez de abrir el juego? La política es discusión, la política es desacuerdo y el feminismo es política, es tensión, es puesta en evidencia de privilegios, quedarnos con una concepción de “lazo amoroso entre mujeres”, es vaciar de contenido al Movimiento.

Este Encuentro puso de manifiesto diferentes líneas de discusión hacia dentro del feminismo y se profundizó la discusión que se viene dando desde Trelew, de nombrar lo no nombrado y que el Encuentro pasara a ser Plurinacional y de Mujeres, Lesbianas, Travas, Trans, Bisexuales, intersex y No Binaries.

La disputa por la organización, por el nombre, por la inclusión desbordó cada taller, cada momento. El grito se sintió durante todo el fin de semana. Lo pintamos en banderas, lo gritamos en las marchas, lo hablamos en cada charla. El domingo al mediodía la asamblea de feministas del Abya Yala tomó la Plaza San Martín y rebalsó de energía y lucha por dejar de ser invisibles. Mujeres de pueblos originarios, lesbianas, afro, travas, trans estabamos ahí gritando “somos plurinacional” y se hizo sentir la potencia de cada palabra.

Mientras tanto, muchas originarias, afrodescendientes y activistas están poniendo el cuerpo desde el 9 de octubre, en la toma pacífica del Ministerio del Interior, en la ciudad de Buenos Aires, para visibilizar la lucha por sus territorios y demandar una respuesta a Rogelio Frigerio.

“Las mujeres también ponemos el cuerpo en los desalojos” empezó diciendo una compañera diaguita en el Taller de Mujeres Originarias que se realizó en la Escuela Anexa Joaquín V. Gonzalez.

La lucha por el territorio se repetía una y otra vez en cada testimonio, las Originarias llevan 527 años de resistencia y no se las reconoce y este Encuentro dio el puntapié para empezar a hacerlo.

Pero los cuerpos originarios no son los únicos a los que se los violenta con el silencio y este año, por primera vez, hubo un taller de no binaries e intersexualidad. Afloraron con fuerza las masculinidades trans y lesbianas. La marcha contra los trasvesticidios fue masiva y lo fluido, el gerundio de géneros, lo que no se deja etiquetar y busca salirse de las categorías tuvieron un lugar importante en este Encuentro que no para de crecer y transformarse, se mueve porque el feminismo es el punto de partida, es apertura, nunca clausura.

Si algo aprendimos en todos estos años de lucha es poner el cuerpo, hacer (nos) el aguante, soportar el agua, el frío,  es ese deseo de estar juntes nuestro motor para salir a pelear por nuestros derechos, nuestras convicciones. No somos indiferentes y ese deseo se convierte en acción, se convierte en política, política popular, participativa y solidaria, se convierte en agenda de demandas.

La ciudad de las diagonales se llenó de diversidad, de banderas, de brillos y pañuelos por el Aborto Legal y como se canta todos los años “¡Qué momento! A pesar de todo, les hicimos el Encuentro.”

Nota publicada en El Furgón: https://elfurgon.com.ar/2019/10/19/la-potencia-del-feminismo/