“Mi nombre es Offred, tengo otro nombre”

Tenía pensado hablar sobre The handsmaid’s tale como una serie que muestra un futuro distópico pero a la vista de lo que nos está pasando en Argentina y el mundo, voy a tener que replantear mi opinión.

En Argentina, te persiguen por tomar sol en tetas en una playa, muchxs están más preocupadxs por proteger a las paredes de ser graffiteadas que por las mujeres que son violadas y asesinadas cada 18 horas y, hace algunos días detuvieron a dos chicas que se besaban en un espacio público. En Paraguay, el Ministerio de Educación y Ciencia prohibió la difusión y el uso de materiales vinculados a la ideología de géneros y Twitter bloqueó la cuenta de una actriz que contó los abusos sexuales que sufrió y, estos son sólo algunos de los miles de ejemplos que atravesamos las mujeres diariamente.

En este contexto, la novela escrita por Margaret Atwood en 1986 y que es sorprendemente actual (o no tan sorprendentemente) es adaptada para la pantalla chica y nos moviliza capítulo a capítulo.

Si no leyeron el libro, al principio no van a entender del todo de qué viene la serie, cuál es la historia. En principio, es una familia que está escapando, deciden tomar caminos distintos para lograrlo y ella es capturada y separada de su hija.

Más adelante, la voz en off de Offred, la protagonista, te va guiando en el terror que tiene que vivir como criada en una de las familias de esta nueva sociedad atravesada por la infertilidad.

La serie muestra la cotidianeidad de las mujeres asignadas en sus diferentes roles y con el recurso del flash back narra cómo la democracia devino en un régimen misógino y fundamentalista.

Es institucionalizada la tortura a las lesbianas, denominadas “desviadas” por no ser funcionales a esta necesidad de poblar y hacer crecer la tasa de natalidad  y a todas aquellas mujeres que no se quieren adaptar a este nuevo mundo. Luego de ser entrenadas, “corregidas y educadas” son asignadas a las casas de los gobernantes y obligadas a gestar a sus hijxs mediante una violación mensual que es legitimada en el marco de la “ceremonia” en la que participan el hombre y la esposa infertil.

Las criadas, vestidas todas exactamente iguales, son observadas constantemente por “ojos” que cumplen el rol de informantes ante cualquier actitud sospechosa de estas mujeres. Esto es clave para esta sensación de terror permanente que se transmite capítulo a capítulo.

“Nunca debieron darnos uniformes si no querían que fuéramos un ejército”:  la respuesta a la opresión es la organización y así lo muestra la resistencia mayday que nos permite tomar un poco de aire entre tanta angustia.

Es una historia feminista, política y reinvindicativa y a pesar de la desesperación, te deja un mensaje liberador: si nos unimos, si nos organizamos, la revolución es posible.

Publicado el 12 de octubre de 2017 en Seguidora Serial (https://seguidoraserial.wordpress.com/2017/10/12/opresion-y-resistencia-the-handsmaids-tale/)